Chapter 132
Capítulo 132
Cuando era muy pequeña, Samuel me llevó a hacer fila para recoger unos vestidos bonitos y luego cada uno volvió a su habitación para probárselos.
Era la primera vez que me ponía un hermoso vestido de princesa rosa, y como no sabía subir el cierre, salí corriendo y grité: “Samuel, ayúdame con el cierre.”
Pero no encontré a Samuel, sino a un joven sentado en la esquina, dibujando con una piedra en el suelo.
Llevaba puesto un traje impecable, su rostro pálido y limpio, junto con su cabello
ligeramente desordenado y una mirada llena de melancolía. Se acercó paso a paso, me subió el cierre y luego se volvió a sentar a dibujar con la piedra.
La imagen era completamente incongruente con su traje caro.
Dibujó un corazón y luego le agregó una cicatriz.
Curiosa, me acerqué y le pregunté: “¿Tu corazón está triste?”
Levantó la vista hacia mí, tal vez pensando que mis palabras eran las de una niña sin filtros, y simplemente murmuró un sí.
Luego, le ofrecí un dulce: “Comer dulces te hará feliz.”
No aceptó mi dulce, así que lo forcé en su bolsillo y recogí una piedra para dibujar al lado del corazón un médico con un bisturí diciendo: “Algún día quiero ser cirujana cardiaca, para poder curar a más personas con problemas de corazón.”
Sonrió levemente, esa sonrisa indiferente que parecía haber visto en alguna parte.
Preguntó: “¿Volveré a verte?”
El sueño cambió…
La directora me abrazaba llorando: “De ahora en adelante, soy tu mamá, Norma siempre será mi hija.”
En aquel entonces, siendo menor de diez años, no entendía el significado de sus palabras. Luego, llegaron muchos periodistas, y un hermano mayor con cara de pocos amigos me tomó de la mano, diciendo que de ahora en adelante sería mi tutor legal, también dijo que mis padres habían muerto.
Su madre sería mi madre a partir de entonces,
Más tarde, supe que mis padres habían muerto para proteger al hermano de cara de pocos amigos.
Pero en aquel entonces, él siempre tenía pesadillas, soñando con el accidente. Yo lo acompañaba, y poco a poco me acostumbré a su presencia, y él también era muy bueno
Capitulo 132
conmigo.
Pensé que era el amor de mi juventud, pero su amor platónico me tendió una trampa.
Fui asesinada. Un dolor inmenso me envolvió
“No me toques…”
“Ayúdame…”
“Salva a mi hijo…”
El dolor más profundo atacaba mi cabeza, lloré de dolor.
Senti que alguien me abrazaba fuertemente, y luego una voz suave dijo: “Despierta, te daré un dulce y el dolor desaparecerá.”
Quería abrir los ojos para ver quién era, pero mis párpados estaban tan pesados que no podía abrirlos.
Pero cuando desperté nuevamente, había una caja de dulces multicolores en la mesa junto a mi cama. En ese momento, con la luz del sol entrando, sentí como si hubiera sido redimida, como si en un sueño hubiera redimido a un joven en traje.
¿No debería estar radiante de felicidad? No debería preocuparme por el pasado.
“¿Te sientes mejor?” Text © owned by NôvelDrama.Org.
Era la voz del sueño. Miré hacia la fuente de la voz, Gonzalo estaba sentado al borde de mi cama, pelando una manzana.
Al verme despertar, dejó la manzana a un lado, levantó mi cama y luego me ofreció la
manzana.
“Gonzalo, ¿alguna vez has visitado el orfanato en las afueras de la ciudad? Dijiste que no tenías familia.”
Una sombra de emoción cruzó su rostro impasible, pero no respondió.
Capitulo 133