Capítulo 515
Rechazada, pero atrapada por el Rey Alfa
Capítulo 515
Punto de vista de tercera persona
-Patricia, ¿me veo bonita o no? Vamos, dime-, Hedwig hizo un puchero como si fuera a llorar inmediatamente si Patricia decía lo contrario.
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Patricia se apoyo en la cama junto a ella. Se sujetó la cintura con una mano y siguió riendo. -Hedwig, ¿quién te enseñó esto?
Hedwig dijo con confianza: -Los niños en la televisión hacen lo que hacen sus mamás. ¿No me veo bonita?
Patricia se acercó rápidamente y se agachó. Luego, cuidadosamente, quitó uno por uno los collares de diamantes que Hedwig llevaba alrededor del cuello. Patricia dijo: -Parece que tu papá seguro compró muchas joyas para tu mamá. ¡Apenas están empezando a salir y él ya le ha comprado tantas joyas! ¿Por qué llevas todas en el cuello?
-Me gustan las cosas brillantes. Son tan bonitas. Cuando crezca, quiero que papá me compre collares también. ¡Quiero muchos!– Hedwig dijo en voz alta.
Patricia asintió y dijo: -¡Claro! Cuando seas lo suficientemente grande como para usarlos, puedes pedirle a tu papá que te compre tantos como quieras. Estoy segura de que comprará cualquier cosa que quieras.
-¿De verdad? ¿Papá alguna vez te compró joyas?– Hedwig preguntó curiosamente.
Patricia se detuvo mientras sostenía las joyas y dijo enojada: -¡Bueno, nunca me compró ninguna! ¡Qué hijo terrible! ¡Solo las compra para las chicas que ama! Pero no para mí. ¡Y yo soy su abuela! ¡Algún día
hablaré con él!
-Patricia, no te enfades. Cuando papá regrese, le pediré que te compre algunas. Le pediré que te compre muchas, muchas joyas-, Hedwig trató de consolar a Patricia, pareciendo una adulta.
Patricia se conmovió. Le acarició la cabeza a Hedwig y dijo felizmente: -Hedwig, eres una niña maravillosa. Has sido muy amable conmigo a tan corta edad. ¡Me alegra ser tu abuela!
Hedwig hizo un puchero y besó a Patricia en la cara. Patricia se puso aún más feliz.
Después de quitar todas las joyas que Hedwig llevaba, Patricia sintió dolor de cabeza al mirar la pila. Patricia dijo: -Supongo que tendremos que esperar a que tu mamá llegue a casa. Ya no tengo buena vista. No quiero romper ninguna de estas.
Hedwig miró las joyas desordenadas y preguntó preocupada: -Patricia, ¿mamá se enfadará conmigo cuando regrese y vea estas?
Patricia la abrazó tiernamente. -No te preocupes. No lo hará porque eres adorable y ella te ama.
-Solo queria verme más bonita. No quería hacer un lío-. Hedwig bajó la cabeza y juntó las manos como si supiera que había cometido un error.
Patricia consoló a Hedwig: -Ahi, ahí. No te preocupes. Puedes decirle que yo lo hice. No se enfadará conmigo.
-Patricia, eres la mejor. Pero mamá siempre me dice que sea valiente y admita si cometo un error. Así que, si se enfada conmigo, está bien. Estaré bien después de llorar un rato-. Hedwig era una niña buena y no 4ཤ་ཀམའ ཉད་འ 2བཙམའ་ག འཀ11ཀ་ཉཿཡཞ 1ར ཀ་ཟད་ལྡ ཀ་པ འདིན
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Capítulo 515
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Patricia se alegró al oírlo. Aprobaba la forma de educar de Catherine, ya que Hedwig había aprendido a admitir sus errores a tan corta edad. Patricia asintió en silencio para sí misma.
-De acuerdo entonces. Los guardaré de nuevo en el cajón-. Patricia colocó las joyas en una caja y abrió el cajón. Luego notó algo en el cajón. Era un collar de obsidiana.
Lo recogió rápidamente y lo puso bajo la luz para examinarlo más de cerca. Murmuró para sí misma: -Lo he visto antes. Pero ¿dónde exactamente? No puedo recordar…
Hedwig no pudo evitar preguntar curiosamente: -Patricia, ¿qué pasa? Ese es el collar de mi mamá. Pero no creo que sea bonito.
-¿De tu mamá?– Patricia frunció el ceño.
-¡Sí! Ella me dijo que mis abuelos se lo regalaron. ¡Lo quiere mucho!– Hedwig dijo en voz alta.
Después de escuchar a Hedwig, Patricia sonrió y dijo: -Ya veo. Dado que es tan valioso, deberíamos guardarlo en un lugar seguro. Ya no deberías jugar con él, ¿de acuerdo?
-De acuerdo, entendido, Patricia. No lo volveré a hacer-. Hedwig asintió dulcemente.
Patricia suspiró y miró el collar en su mano de nuevo. Frunció el ceño y dijo: -Lo he visto antes. Estoy segura de eso. ¿Por qué no puedo recordar?
Punto de vista de Catherine
Blake y yo terminamos de cenar en el restaurante y salimos juntos por la puerta.
No hablamos mientras caminábamos juntos hacia el ascensor.
Desde que me aclaré las ideas con la ayuda de Penelope, Blake siempre había esperado que pudiéramos ser más íntimos.
Siempre supe lo que él quería. Antes, me resistía un poco. Pero ahora, de alguna manera, lo esperaba.
Éramos solo los dos en el ascensor.
Blake extendió la mano y me presionó suavemente contra la pared del ascensor. Me preguntó en voz baja: -¿Estás segura de esto?
Lo miré. Luego sonreí y dije: -¡Me lo has preguntado muchas veces!
Blake dijo: -Solo no quiero que te lastimes de nuevo.
Fruncí los labios. -No soy tan frágil. No te preocupes tanto, ¿vale?
Sus labios delgados se curváron de inmediato. -¿Estás diciendo que no tengo que ser tan delicado contigo después?
Me divirtieron sus palabras y me reí. Extendí la mano y le di un golpe en el pecho. -¡Deja de decir eso!
Pronto estábamos parados frente a la habitación del hotel.
Blake sacó una tarjeta de la habitación.
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11:56 Wed, 24 Jul
Capítulo 515
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Lo miré con sospecha. -¿De dónde sacaste la tarjeta de la habitación? No te vi ir a buscarla. ¿O la hace mucho tiempo, verdad? ¿Vienes aquí a menudo?
preparaste
Blake explicó: -Este hotel es de mi propiedad. Soy el único que puede quedarse en esta suite. ¿Entendido?
Sonreí un poco incómoda. Blake me llevó a la habitación y luego tomó la bata de baño y entró al baño.
Miré de reojo en la dirección en la que iba. Luego me levanté y fui a una terraza adyacente a la habitación. Desde donde estaba, tenía una vista magnífica de la ciudad de noche. Era tan hermosa y espectacular.
La brisa fría soplaba en mi rostro, pero sentía calor por dentro.
Me volví y miré el baño. Por primera vez, sentí una extraña sensación recorriendo mi cuerpo. Content rights by NôvelDr//ama.Org.
Mi loba se despertó. Podía sentir que también estaba emocionada en este momento.
-Eva, ¿qué pasa?– pregunté.
-Tengo una sensación. Catherine, nuestra pareja se acerca-, dijo Eva emocionada.
Miré a mi alrededor. Estaba en el último piso del hotel y Blake, en el baño, era el único que estaba aquí conmigo.
-Tal vez te equivocaste-, encogí los hombros y le dije a Eva.
Desde mi regreso a Sayreville, Eva me había dicho más de una vez que nuestro compañero estaba a punto de aparecer. Lo había repetido tantas veces que ahora me sentía un poco incrédulo.
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