Capítulo 67
Capítulo 67
Me encontraba sin salida, asi que solo me quedaba improvisar. “Tio, ¿qué planeas hacer?“, le pregunté. “Me da pena que estés con ese loco, en verdad es una humillación para ti…“, empezó a decir Federico con una sonrisa. “Pero aún nos queda mucha vida por delante. Seria mejor que te vinieras conmigo ahora mismo…”
“Pero, el médico dijo que apenas estoy embarazada, y el abuelo se preocupa mucho por este niño. Si algo le pasa al bebé…” Dije sonriendo. “Tio, esto no está bien, ¿no? No podrá ser tan impaciente.”
Federico entrecerró los ojos, obviamente muy complacido.
Extendió su mano y me agarró la barbilla. “Eres una verdadera diablita,”
Sonrei con esfuerzo, aquantándome las ganas de vomitar. ¿Cómo podia seguir viviendo una persona asi? “Bien, tengo todo el tiempo del mundo para esperar, asi que esperemos un poco más.” Dijo mientras segula agarrando mi barbilla e intentaba acercarse.
Frunci el ceño, intentando esquivarlo, pero eso le disgustó. “¿Qué pasa? ¿Ni un beso me vas a eres una mantenida, no te hagas, la santa ahora.”
Su paciencia era limitada, y mi capacidad para actuar también estaba llegando a su fin.
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“¡Bang!” Justo cuando estaba asustada sin saber qué hacer, algulen golpeó a Federico con un palo por detrás, dejándolo inconsciente.
Sorprendida, mire a Kent. “Tú… ¿cómo saliste?”
Tenia una expresión muy seria en la cara, sus ojos mostraban una tosca determinación, y ni siquiera me prestaba atención mientras levantaba el palo para golpear la cabeza de Federico. Estaba claro que pretendia matarlo.
“¡Kent!“, grité asustada, Intentando detenerlo. “¿Estás pensando en matar a alguien?”
Podia sentir que Kent realmente queria matar…
Empecé a sospechar que él era uno de los asesinos….
Pero no podía quedarme sin hacer nada mientras él intentaba matar a alguien en ese momento. “Si lo matas. el abuelo no te lo perdonará, no seas impulsivo.”
Los ojos de Kent, llenos de intención asesina, se posaron en mi, y poco a poco la furia fue desapareciendo. “Él te tocó, merece morir.”
Me quedé atónita, esas palabras… me sonaban familiares.
Cuando todavía era un espiritu errante, él golpeó furiosamente a ese desgraciado junto a Renán, diciendo esas mismas palabras.
“Si la tocas, y te mereces la muerte…”
En ese momento no lo entendia, no tenia ninguna relación con Kent, ¿por qué querría matar a alguien por ml?
¿No fue por mi, sino por Ainara?
“Señorita…” La empleada vino a llamarme para bajar y, al ver a Kent salir y a Federico tirado en el suelo, gritó aterrorizada y corrió fuera.
Con un semblante serio, rápidamente tomé la mano de Kent y lo llevé de vuelta a la habitación. “No salgas,
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Capitulo 67
yo me encargo.”
Kent me miraba, queriendo decir algo, pero solo abrió la boca sin emitir sonido.
Le hice una señal con la cabeza para que se calmara y cerré la puerta, quedándome afuera.
Pronto, Felipe llegó con varios guardias de seguridad. “¿Dónde está ese maldito bastardo? ¡Sáquenlo!” “Abuelo, por favor calmate” Rápidamente di un paso adelante y detuve a Felipe. “Hace un momento, el tio… él intento propasarse conmigo. Me preocupé por el niño y me escondi asustada en la habitación. Kent simplemente actuó por instinto para proteger a su propio hijo. Gracias a él, si no, el niño…”
Me vinieron las lágrimas y comencé a llorar con toda mi habilidad actoral.
Federico era un desgraciado, y Felipe lo sabia mejor que nadie. Apostaba a que Felipe valoraba más al heredero en mi vientre.
Después de todo, antes de su locura, Kent era un genio absoluto, y no solo eso, Federico era mediocre y lujurioso. Si no hubiera arruinado su cuerpo con excesos en su juventud, no habria terminado estéril, incapaz de producir un heredero ni siquiera con la fertilización in vitro.
Si Federico no fuera tan decepcionante, ¿cómo iba Felipe a intentar por todos los medios dejar descendencia en un loco?
La expresión de Felipe se ensombreció al instantáneamente. “¡Este animal! ¡Que lo devuelvan, que reflexione
sobre sus actos!”
Respire aliviada, al menos por el momento habia escapado del peligro.
“Abuelo, ¿quiénes vendrán a la fiesta de esta noche?“, pregunté rápidamente, cambiando de tema. “Calmese.”
“Hmph, los más importantes de Monte Azur estarán presentes“, dijo Felipe con un resoplido, llevándome escaleras abajo. “Despues te presentaré a todos, pronto serás la nuera de la familia Linares. Si tienes suerte, me darás un bisnieto sano.”
En mi interior me burlé. ¿este viejo cree que tiene un trono que heredar o qué?
Pensé en la riqueza y la posición de la familia Linares en Monte Azur y, al parecer, como si hubiera un trond esperando un heredero.
“Abuelo…“. empecé a decir, fingiendo estar abrumada por la presión. “Los niños concebidos naturalmente son saludables y crecen inteligentes, pero ¿y si resulta que lo que llevo en mi vientre es una niña?”
“Todavia eres joven y este viejo todavia está fuerte, no hay prisa“, dijo Felipe con tranquilidad. “Nos proponemos tener al menos dos en tres años. Si no es un varón, pues seguimos intentando.”